PreTrip. Acampada en cascadas de San Agustín Ahuehuetla
Hace unos días ya, hice un prueba con nuevo material para el "Gran Viaje".
Me fui a acampar a las Cascadas de San Agustín Ahuehuetla, en el Estado de Puebla, aún en México.
Después de unos meses que me habían recomendado éste increíble sitio en medio de la naturaleza, en un bosque que parece interminable, con un río prácticamente virgen, sin contaminantes, de esos en los que aún puedes tomar agua sin preocuparte por nada.
En total haces unas 4 horas desde la ciudad, una hora en transporte público, otra hora caminando hasta el pueblo y otro par de horas más hasta el nacimiento del río, en dónde acampé.
Cuando te bajas del autobús parece que estás en medio de la nada, solamente hay un cartel con una flecha indicando la dirección del pueblo. Tras una hora de caminata por terracería, llegas al pueblo, allí encuentras el río que te lleva hasta las cascadas, pero claro, antes de eso había que tomar algunas provisiones en la pequeña tienda del pueblo.
Una vez mentalizados podemos continuar, por delante, dos horas de caminata casi imposible a través del cauce del río a contra corriente, las vistas son increíbles, es un lugar de ensueño, sacado de alguna película. Tras una hora de caminata llegas a las primeras cascadas, son dos, lo primero que te llama la atención es el increíble color azul claro del agua, pero claro, nadie me lo ha dicho, aquí empieza lo interesante, hay que escalar éste par de cascadas por un lateral, ,lo que parece casi imposible en un principio, ya que los días anteriores han sido de lluvias y las paredes están muy resbalosas, pero allá vamos.
Una vez completado seguimos por una hora mas en el camino, río arriba, hasta que por fin, llegas al nacimiento de agua, un sitio aún más espectacular, colores más intensos, y una increíble cueva en el interior de las cascadas, de la que dicen tiene kilómetros de profundidad, lástima que esté inundada,.
Una vez en el sitio, decidí acampar a un lado de la fosa de las cascadas, encendí mi hoguera (fogata), monté la tienda de campaña, y a darse un chapuzón, leer un rato, escribir algo y a cenar algo, al día siguiente hay que volver a la civilización..
Me fui a acampar a las Cascadas de San Agustín Ahuehuetla, en el Estado de Puebla, aún en México.
Después de unos meses que me habían recomendado éste increíble sitio en medio de la naturaleza, en un bosque que parece interminable, con un río prácticamente virgen, sin contaminantes, de esos en los que aún puedes tomar agua sin preocuparte por nada.
En total haces unas 4 horas desde la ciudad, una hora en transporte público, otra hora caminando hasta el pueblo y otro par de horas más hasta el nacimiento del río, en dónde acampé.
Cuando te bajas del autobús parece que estás en medio de la nada, solamente hay un cartel con una flecha indicando la dirección del pueblo. Tras una hora de caminata por terracería, llegas al pueblo, allí encuentras el río que te lleva hasta las cascadas, pero claro, antes de eso había que tomar algunas provisiones en la pequeña tienda del pueblo.
Una vez mentalizados podemos continuar, por delante, dos horas de caminata casi imposible a través del cauce del río a contra corriente, las vistas son increíbles, es un lugar de ensueño, sacado de alguna película. Tras una hora de caminata llegas a las primeras cascadas, son dos, lo primero que te llama la atención es el increíble color azul claro del agua, pero claro, nadie me lo ha dicho, aquí empieza lo interesante, hay que escalar éste par de cascadas por un lateral, ,lo que parece casi imposible en un principio, ya que los días anteriores han sido de lluvias y las paredes están muy resbalosas, pero allá vamos.
Una vez completado seguimos por una hora mas en el camino, río arriba, hasta que por fin, llegas al nacimiento de agua, un sitio aún más espectacular, colores más intensos, y una increíble cueva en el interior de las cascadas, de la que dicen tiene kilómetros de profundidad, lástima que esté inundada,.Una vez en el sitio, decidí acampar a un lado de la fosa de las cascadas, encendí mi hoguera (fogata), monté la tienda de campaña, y a darse un chapuzón, leer un rato, escribir algo y a cenar algo, al día siguiente hay que volver a la civilización..
